Compras productos de skincare, los incorporas a tu rutina y te salen granitos, ¿es una purga o acné?
Tu piel puede decirte muchas cosas. Puede gritarte que quiere que la consientas con una mascarilla, o que le urgen unas gotitas de un suero hidratante, o que por favor retoques más seguido tu protector solar. Siempre se está comunicando contigo. Lo complicado aquí es aprender a escucharla. Y una de las señales más difíciles de diferenciar es si tu piel se está purgando o si simplemente te están saliendo granitos.
Seamos honestas. No hay nada más frustrante que usar un nuevo producto que debe hacer que todos tus problemas se esfumen pero en lugar de eso, sólo empeora todo. ¿Un tratamiento anti-acné que te saca granitos? POR FAVOR.
A esto se le llama purga. Y es perfectamente normal.
Una purga es muy diferente a un brote de acné. La diferencia principal es que las purgas pueden ser buenas para tu piel, mientras que un brote de acné reactivo jamás es una buena noticia.
Comencemos explicando lo principal…
¿Cómo se forma un granito?
Todo comienza con un poro tapado. Generalmente se llena de células muertas, las cuales se desprenden de la piel pero no alcanzan a llegar hasta la superficie, formando lo que se conoce como “microcomedón”. Los microcomedones son “imperfecciones” invisibles (ya que son subcutáneos) que tienen el potencial para convertirse en un punto negro, un grano, un quiste o hasta desvanecerse en la nada. Toma alrededor de 8 semanas para que un microcomedón llegue a la superficie (si es que llega).
Todos los granitos (o microcomedones), sin importar si son por acné o purga, ocurren en las capas más profundas de la piel.
¿Por qué aparecen granitos al utilizar un nuevo producto?
Esto puede ser verdaderamente confuso y frustrante, sobre todo si el producto que compraste es anti-acné.
Las purgas suelen ocurrir cuando incluyes productos que contienen hidroxiácidos (como AHA/BHA) y retinol. Debido a que estos ingredientes y productos suelen ser exfoliantes, aceleran la renovación celular, trayendo todos los poros tapados a la superficie y causando los temidos granitos y puntos negros.
Básicamente, una purga hace que todos los granitos que “iban a llegar” salgan de inmediato a la superficie. Son microcomedones que ya tenías en la piel y que iban a salir de todos modos, tarde o temprano. Lo único que hizo la purga fue que salieran más rápido al acelerar el ciclo de renovación de las células de tu piel.
¿Cómo saber si se trata de una purga o acné?
Al final, un granito es un granito. Ser de purga o reactivo no le quita lo feo. Pero hay unas diferencias básicas que te ayudarán a entender más a profundidad porqué las purgas son buenas:
Si tu piel se está purgando, puede ser beneficioso a la larga el continuar con el tratamiento, ya que los granitos van a desaparecer. Esto es porque estás limpiando la piel a profundidad, haciendo exactamente lo que el producto debe de hacer: exfoliar y limpiar los poros tapados. Y si es un tratamiento anti-acné, esto es precisamente lo que va a evitar que tengas granitos más adelante. Es algo así como limpiar las tuberías.
Esto significa que a largo plazo, remueven más eficientemente las células muertas de nuestra piel, evitando que tengamos poros negros y tapados (y al final, granitos y acné). Pero a corto plazo, puede ser que esta aceleración en la caída de células muertas cause más puntos negros y granitos… los cuales van a desvanecerse cuando termine la purga.
Pero si en cambio, estás teniendo problemas de acné o la irritación no se está quitando, significa que tu piel está teniendo una reacción negativa al producto y conviene detener su uso.
Entonces, ¿cómo saber si mi piel se está purgando o si está reaccionando?
Como te dije, un granito es un granito. Y el que es feo, es feo. Pero hay maneras sutiles de diferenciar entre un granito de purga y los de acné.
Normalmente, las purgas aparecen en los lugares donde sueles tener brotes de acné, ya sea tu frente, mejillas, nariz, mentón, etc. Los brotes reactivos de acné aparecen en los lugares donde nunca sueles tener acné – esto debido a que tu piel está reaccionando al producto, en vez de estarse limpiando de adentro hacia afuera en los lugares donde los poros normalmente están tapados. Entonces, si estás viendo que te salen granitos en lugares nuevos o donde nunca antes tenías, probablemente es un brote reactivo.
Pero como al final, pueden parecerse entre ambos, distinguir si es una purga o una reacción puede volverse más difícil. Entonces, ¿cómo puedes saber si el nuevo limpiador facial o suero que compraste realmente está sacando toda la mugre de tu cara o si sólo está empeorando la situación?
Hay otra manera de saberlo: el ciclo de vida de un granito. Un molesto grano “normal” tiene un ciclo de vida distinto al de un granito causado por una purga. La purga, al acelerar la renovación de las células, tiene un ciclo de vida mucho más corto y rápido. Es decir, los granitos de la purga deben desvanecerse más rápidamente que un granito normal. (Esto porque las células están en constante renovación, haciendo que el ciclo del acné pase mucho más rápido de lo normal.) Entonces, si un brote de acné dura más de 4 o 6 semanas utilizando tu nuevo producto, es señal de que algo está mal.
Como resumen:
Si tu piel se está purgando, necesitas continuar usando los productos.
Si tu piel está reaccionando, necesitas dejar de utilizar los productos.
¿Cómo saber si un producto causará una purga?
¡Revisa las etiquetas! Normalmente, los productos que causan purgas son exfoliantes o contienen ingredientes como:
- Hidroxiácidos (ácidos glicólico, láctico, málico, mandélico, salicílico, lactobiónico, gluconolactona, “ácidos de frutas”)
- Retinoides (retinol, tretinoína, adapaleno, tazaroteno, isotretinoína, palmitato de retinilo)
- Peróxido de benzoilo
- Vitamina C
Por ejemplo, algunos productos que contienen estos ingredientes son BHA Blackhead Power Liquid de COSRX, Sebiaclear Micro-Peel de SVR, entre muchos otros.
Ten en cuenta que procedimientos como peelings químicos, láseres, y microdermoabrasiones pueden hacer que tu piel se purgue. Y otros exfoliantes, como cepillos o exfoliantes de enzimas, también.
Entonces, ¿las purgas son buenas?
¡SÍ! Es una señal de que tu piel se está limpiando. Y aunque es súper frustrante ver que te salen más granitos e imperfecciones a la piel, a la larga lo vas a agradecer porque eliminarás este problema de una vez por todas.
Y sí, podrías no incluir este tipo de productos en tu rutina, evitando así granitos innecesarios. Pero no tendrías el mejor beneficio de todos a la larga: una piel de porcelana. Además, todo lo que la purga saca a la luz en tu piel iba a salir de todos modos. Recuerda que la purga sólo aceleró el proceso… pero los granitos y puntos negros ahí estaban, escondidos y esperando el momento menos oportuno para salir.
Entonces sí, son buenas. Y te van a ayudar a tener el cutis que siempre soñaste.
¿Cómo eliminar los granitos de una purga?
Lo sentimos. De veras. Pero no hay nada que hacer más que esperar a que se desvanezcan solos 🙁
Lo que sí puedes hacer es proteger tu piel y dejarla que haga lo que mejor sabe hacer: regenerarse y verse sana y linda. Y también, puedes darle una ayudadita reduciendo el impacto que puede llegar a tener una purga.
¿Cómo reducir la intensidad de una purga?
Si estás a punto de comenzar a utilizar un producto que puede purgar tu piel y quieres limitar los posibles resultados, te recomendamos introducir el producto poco a poco en tu rutina. Comienza con una concentración menor, una dosis menor y una frecuencia semanal menor a la normal hasta que tu piel se empiece a acostumbrar al producto y sus ingredientes.
La otra recomendación es ayudar a tu piel lo más que puedas. Para reducir la irritación y fomentar la recuperación, lo mejor que puedes hacer es mantenerla hidratada. La mejor manera de lograrlo es asegurarte de siempre llevar contigo un hidratante o un mist para que tu piel no se inflame. Te recomendamos probar Hydration Gel Water Tube de Abib, hecha con ácido hialurónico, manteca de karité y extracto de moringa, o Stay With Me Day Cream de SIORIS, que contiene extracto de ciruela verde orgánica, beta-glucanos y centella asiática para calmar la piel irritada.
O si prefieres hidratarte con un mist, no hay mejor opción que el Time is Running Out Mist de SIORIS, un tónico-suero-mist hecho con agua de ciruela verde orgánica, aceite de macadamia, aceite de jojoba y aceite de girasol. Y no olvides que usar protector solar también va a ayudarte a mantenerla hidratada y protegida 😉 Si quieres usar uno ligero y de absorción super rápida, te recomendamos Hydra Sun Fluid de Village 11 Factory, un protector en esencia que nutre tu piel a profundidad. De esta manera tu piel estará más preparada para lidiar con los efectos de una purga.
Entonces, puedes considerar que las purgas son como un detox para tu piel, el cual está sacando toda la mugre escondida para que jamás vuelvas a verla. Piénsalo así: todo tiene que “empeorar” antes de que mejore. Pero cuando mejore, es para siempre. ¡Adiós y hasta nunca, microcomedones!