Una rutina básica de skincare es la base de un buen cuidado de la piel. Ayuda a mantener la piel limpia, hidratada y sana, a la vez que ayuda a prevenir las arrugas y otros signos de envejecimiento. Una rutina básica de cuidado de la piel no tiene por qué ser complicada ni cara: puede ser fácil y accesible. En este artículo hablaremos de los fundamentos de una rutina básica de skincare, ¡para que puedas empezar ahora mismo!
Paso 1: Limpiar la piel
El primer paso de cualquier rutina de cuidado de la piel es la limpieza. La limpieza elimina la suciedad, la grasa y otras impurezas de la superficie de la piel. Éste paso lo tienes que llevar a cabo por las mañanas y por las noches. Cuando elijas un limpiador, busca uno que se adapte a tu tipo de piel (grasa, seca o mixta), ya sea un gel, una espuma o una leche limpiadora.
Beneficios de limpiar tu piel:
- Elimina las impurezas
- Mejora la textura de la piel
- Prepara la piel para otros productos
- Estimula la circulación
- Equilibra la producción de grasa.
Paso 2: Hidratar
El segundo paso de una rutina básica de cuidado de la piel es la hidratación. Las cremas o geles hidratantes pueden ayudar a reponer la hidratación perdida, proteger la piel de los daños medioambientales y mejorar su aspecto general. Elige un hidratante que se adapte a tu tipo de piel y a tus necesidades (como antienvejecimiento, para combatir el acné o simplemente hidratar). Depende de tu tipo de piel el tipo de hidratante, puede ser una crema, una loción, una emulsión o bien un gel.
Beneficios de limpiar tu piel:
- Aumenta la hidratación de la piel
- Mejora la elasticidad de la piel
- Reduce las arrugas y las líneas de expresión
- Alivia y calma la piel
- Evita la sobreproducción de grasa
- Repara la piel seca, agrietada o irritada
Paso 3: Proteger con protector solar
El tercer paso de una rutina básica de skincare de la piel debe incluir siempre la protección solar.
Usar protección solar es esencial para prevenir el envejecimiento prematuro y reducir el riesgo de cáncer de piel. Aplícate diariamente un protector solar con un FPS de al menos 30, aunque yo siempre te recomiendo que sea del 50 ¡incluso en días nublados!
Asegúrate de elegir uno que sea de amplio espectro, es decir que proteja contra los rayos UVA y UVB para obtener la mejor protección, y si también tiene protección contra la luz infrarroja y la luz visible, ¡qué mejor! Pero ahí no se acaba todo, para que tu protector solar proteja tu piel tienes que volver a aplicártelo cada dos horas si estás al aire libre y cada 3-4 horas si estás en tu casa para asegurarte una protección completa.
Beneficios de usar protector solar:
- Protege la piel de los daños solares
- Ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro
- Reduce el riesgo de cáncer de piel
- Ofrece protección antioxidante
- Previene la aparición de manchas
Limpiar, hidratar y proteger con crema solar: ¡es todo lo que necesitas para tener una piel sana! Si ya sigues éstos 3 sencillos pasos y quieres conocer los demás pasos que puedes incluir en tu rutina de skincare, entonces haz clic aquí.
En conclusión
Siguiendo estos tres sencillos pasos, puedes crear una rutina básica de cuidado de la piel que se adapte a tus necesidades y te ayude a mantenerla sana. La limpieza diaria ayuda a eliminar la suciedad y las impurezas, mientras que la hidratación ayuda a recuperar la hidratación perdida y mejora la elasticidad de la piel. Por último, debes aplicarte protector solar todos los días, ya que ayuda a protegerte contra el daño solar, que puede provocar envejecimiento prematuro o, peor aún, cáncer de piel. Con esta sencilla rutina, estarás en camino de conseguir una piel bonita y saludable.