Sentir la aterciopelada y suave textura de un pétalo de rosa bajo nuestros dedos nos deja con una pregunta: ¿cómo puedo hacer para que mi piel se vea y se sienta así de suave?
Aquí te decimos cómo lograrlo sin tener que cubrirte de pétalos de pies a cabeza.
Urang (Ultimate Radiant + Natural Glow) es una marca natural y holística, con productos libres de crueldad y líneas veganas. Están basados en la honestidad y la concientización. Esto los hace perfectos para el skincare ya que, como su nombre lo indica, tendrás un brillo natural y radiante como nunca antes con sus productos.
Y su crema, Rose Ceramide Cream de Urang, no es la excepción.
Es orgánica, por lo que debes usarla dentro de 6 meses después de abrirla. Está hecha con una combinación de agua de rosas, aceite de flor de rosa y ceramidas, haciendo que hidrate intensamente la piel durante todo el día.
Sus ingredientes
El ingrediente estrella de esta crema son claramente, las rosas. Contiene agua de rosa damascena orgánica y aceite de rosa damascena, que ayudan a hidratar y calmar la piel seca, roja e irritada. También previenen los signos de la edad, controlan la producción de sebo de la piel al balancear el pH, y revitalizan y humectan la piel. Contiene ceramidas, que ayudan a tu piel a regenerarse por sí sola, dejándola suave, rellenita y con una capa extra de protección. Su lista también incluye aceite de semilla de jojoba y aceite de semilla de girasol, entre otros ingredientes orgánicos.
La experiencia
La Rose Ceramide Cream viene acompañada de una pequeña espátula para que puedas obtener la medida necesaria.
Este tipo de espátulas son altamente convenientes por dos razones: la primera es que la aplicación de la crema se vuelve mucho más higiénica, ya que no estás mezclando los aceites y suciedad de tus dedos con el producto, y la segunda es que de esta manera te aseguras obtener la cantidad de crema que necesitas, sin sufrir por aplicar crema de más o de menos.
La crema es color blanco y su consistencia es espesa.
Al aplicarla, tardas un poquito en repartirla a lo largo de la piel dada su densidad.
Como pueden ver, la crema es tan espesa que no se desliza ni resbala.
Al comenzar a aplicarla, tardas un rato en repartirla en la piel. Deja una película blanca que tienes que seguir frotando hasta que se esparza por completo. Pero una vez que lo logras se absorbe rapidísimo. Y a pesar de su densidad y espesor, no es pesada ni grasosa.
Así se ve la piel una vez que la piel absorbe la crema:
La mejora de la apariencia de mi piel es enorme, y eso que sólo fue una aplicación pequeña.
Después probé con mi rostro:
Usé sólo la cantidad de la espátula y repartí la crema de manera uniforme a lo largo de mi cara. La crema se absorbe en cuestión de minutos, y la diferencia es abismal:
Mi piel se ve mucho más iluminada y clara en la segunda fotografía, haciendo que atrape la luz de manera diferente. (¡Vean la diferencia en la frente!)
Lo que me gustó de esta crema es que nutre la piel pero no la deja brillosa ni con apariencia grasosa. Al contrario, el efecto es más bien matte, atrapando la humedad por dentro y dejando que la piel se ve radiante por sí sola. Esto debe ser gracias al balance de pH que genera el agua de rosas, ayudando a controlar la producción de sebo en mi piel.
Y gracias a la regeneración que causan las ceramidas, sentí que la calidad de mi piel mejoró muchísimo. Estaba mucho más brillante, y tan hidratada que no sentía que necesitara retocar mi protector solar a lo largo del día (aunque de todos modos lo hice, porque no hacerlo sería un error que podría mandar todo mi skincare a la basura). Esta crema logró mantener dentro la humedad, sellándola y protegiendo la piel al máximo durante todo el día.
En cuanto a resultados en la textura, sentí que mi piel quedó mucho más suave y lisa. La sensación de terciopelo estaba presente y por más cursi que suene, no podía evitar pensar en los pétalos de una rosa. También, llevo usando la crema durante varios días y ayudó a desvanecer unas marcas rojas de acné que tenía en las mejillas gracias a sus propiedades calmantes y regenerativas. Entonces gracias, Rose Ceramide Cream, porque pude al fin salir a la calle sin tener que ocultar la mitad de mi cara bajo una capa de maquillaje 🙂
Al final, me pareció que esta crema cumple con todo lo que promete. Realmente sí terminas con una piel ultra radiante y con un brillo natural, tal como lo indica URANG en su nombre. Y sentí mi rostro mucho más bello y suave que una rosa floreciendo.