¿Conoces la diferencia?
La exfoliación es un paso súper importante para tu piel.
Tu piel se renueva cada 28 días aproximadamente, dejando una capa nueva de “células bebé” o “recién nacidas”. Pero conforme envejecemos, este proceso de muda – llamado descamación – se vuelve más lento, dejándonos con finas líneas de expresión, áreas secas y escamosas y una piel con textura rugosa.
¡Por eso necesitamos exfoliar! Al exfoliar, estimulas el crecimiento de células nuevas, ya que estás removiendo las que tu cuerpo ya no está tirando. Es decir, ayuda al proceso de descamación al remover las células muertas y exponer una capa más fresca de células vivas. También hace otras cosas, como limpiar tus poros, prevenir acné y puntos negros, y mucho más.
Te dejamos un breve resumen de lo que hace la exfoliación:
- Remueve células muertas
- Remueve mugre y polvo
- Limpia los poros profundamente y evita que se congestionen
- Previene puntos negros y acné
- Suaviza la complexión de tu rostro
- Ilumina y alisa el rostro, dejándolo brillante
- Ayuda a que los productos de tu rutina penetren mejor (haciéndolos más efectivos)
Hay ciertos mitos alrededor de la exfoliación que debes dejar de creer. Te dejamos este artículo donde los desmentimos.
Pero, ¿sabías que hay diferentes tipos de exfoliantes?
Así como existen todo tipo de productos y presentaciones, no todos los exfoliantes son iguales. Básicamente hay tres tipos: físicos, químicos y enzimáticos. Te explicamos las diferencias:
Exfoliante físico
La exfoliación física o manual consiste en tallar tu rostro para remover las células muertas de la capa superior de la piel. Al frotar el rostro, remueves las células muertas y dejas queu la piel respire. Los exfoliantes físicos suelen tener ingredientes como avena, semillas o granos.
My Soft Grain Scrub de SIORIS es un ejemplo perfecto, ya que está hecho con 86% de harina de avena, 10% de harina de arroz integral y 2% de hierba del obispo. Es 100% natural y deja tu piel visiblemente más limpia y suave. La avena es un exfoliante natural que elimina las células muertas con cero irritación. Este exfoliante es perfecto para pieles secas o pieles sensibles o enrojecidas. Aunque en realidad es tan seguro que pueden utilizarlo todos los tipos de pieles sin problema.
También, hay otros productos que además de aclarar tu piel, también la exfolian de manera física, como Clarifying Blue Mask de URANG. Esta mascarilla natural y botánica es perfecta para pieles opacas o sin brillo, ya que exfolia naturalmente con cuentas naturales de jojoba mientras que la arcilla de caolín blanco la aclara profundamente, absorbiendo impurezas y exceso de sebo en los poros.
Exfoliante químico
Los exfoliantes químicos funcionan de manera diferente. Las células muertas están unidas a tu piel a través de un “pegamento” natural, adheriéndose a tu piel. El ingrediente químico disuelve este “pegamento” que mantiene unidas a las células muertas, removiéndolas fácil y efectivamente. Los exfoliantes químicos suelen tener ingredientes como AHA o BHA.
La diferencia principal con los exfoliantes físicos es que no necesitas tallar ni enjuagar tu piel. El químico disuelve todo.
Un exfoliante químico efectivo es BHA Blackhead Power Liquid, el cual es ideal para pieles grasas y mixtas o pieles con poros abiertos y puntos negros. El BHA elimina las células muertas, además de prevenir la oxidación de sebo, evitando así que aparezcan puntos negros en tu cara. También se encarga de iluminar la piel y conseguir un tono más uniforme, luchando contra manchas e imperfecciones.
Exfoliante enzimático
Los exfoliantes enzimáticos son parecidos a los exfoliantes químicos. La diferencia está en el nombre: utilizan enzimas en lugar de ingredientes químicos para exfoliar.
Las enzimas son moléculas que catalizan las reacciones químicas de otras sustancias, las cuales trabajan en tu piel disolviendo los tejidos muertos, removiendo las células muertas sin necesidad de tallar tu piel como con un exfoliante físico. Otra diferencia es que este tipo de exfoliante sí se enjuaga después de usarlo.
Apple Smoothie Peeling Gel de MIZON es un gran ejemplo de un exfoliante enzimático. Además de tener una innovadora textura tipo gommage, este exfoliante funciona con enzimas de extractos de frutas, como manzana verde y papaya. Simplemente necesitas aplicarlo, dejar que las enzimas disuelvan las células muertas y frotar para quitarlo. Es tan suave que exfolia sin arañar la piel, iluminándola y dejándola suave y elástica. Esto hace que funcione para todo tipo de piel ya que sus ingredientes son tanto suaves como efectivos.
Otro de nuestros favoritos es el Low pH Centella Cleansing Powder. Este limpiador y exfoliante viene en unas simpáticas capsulas que contienen un polvo muy fino.
De hecho es maravilloso para cuando sales de viaje y no quieres llevar exfoliante y limpiador.
Se activa al contacto con el agua, cuando frotas tus manos se crea una suave espuma con la que puedes limpiar tu piel sin irritación alguna, pues su fórmula contiene centella asiática, y las enzimas proteasa y lipasa para remover células muertas, prevenir la formación de puntos negros.
Recuerda no exfoliar tu piel más de 1 vez por semana si tienes piel sensible, y no más de 2 o 3 si tienes piel mixta o grasa. Y también, no olvides hidratar tu rostro y protegerlo con protector solar. Esto ayudará a mantener la suavidad de la exfoliación al máximo.