Si ya lavaste tu cara una vez, ¿para qué repetir el paso? Bien habíamos escuchado que lavar excesivamente alguna parte de la piel puede causar irritación y resequedad.
Pero todo está en el cómo, con qué y por qué.
Utilizar dos limpiadores faciales, también conocido como double cleanse, es el secreto para tener una piel limpia, lisa y menos propensa impurezas y brotes de acné.
El secreto: agua y aceite.
Entonces, ¿qué es el double cleanse?
Básicamente, es utilizar dos limpiadores faciales, uno después del otro. Es el primer paso de cualquier rutina de belleza coreana, y este es el porqué:
Imagina tu rostro al final del día. Tu crema favorita, protector solar y maquillaje un poquito derretidos por el paso de las horas y formando un velo sobre tu piel. Súmale todo el sebo que produces durante el día a esta capa. Y ahora imagínate todas las toxinas de la contaminación decorando poco a poco tu piel con una capa gris y traslúcida.
Toda esa suciedad y mugre es justo lo que necesitas quitarte de tu cara a cada lavada.
Y como bien sabemos que el agua y el aceite no se mezclan, necesitas ambos limpiadores para quitar todas las impurezas con base de aceite y con base de agua que están ensuciando tu bello rostro.
Desmintamos el primer mito: utilizar dos limpiadores no resecará tu piel. La idea de usar aceite y agua justamente limpia la piel a fondo sin quitarle sus aceites naturales. Es decir, sin resecar ni irritar.
El jabón con base de aceite quitará todos los productos con base de aceite o a prueba de agua, como maquillaje, protector solar o hasta cremas tipo BB o CC. El jabón con base de agua limpiará impurezas como sudor y tierra, además de quitar todo aquello que el limpiador de aceite no logró eliminar.
Otro mito es que los limpiadores faciales con base de aceite causan acné. Al contrario: el aceite disuelve el aceite, haciendo que tus poros queden libres y limpios de todo tipo de impurezas, evitando infecciones bacteriales y nutriendo tu piel.
Para comenzar a incluir el double cleanse en tu vida, simplemente divides el paso del limpiador facial en dos:
Paso 1: Aceite
Elige el limpiador de aceite que más te guste. Te recomendamos probar TABRX Radiance Oil Capsule Cleanser de Dr. Gloderm, All Clean Balm de Heimish . Desde aceite líquido hasta bálsamos, podrás encontrar el que más se acomode a tu tipo de piel.
Masajea el limpiador gentilmente en la piel, concentrándote en áreas con mucho poros, como la nariz, la frente y la barbilla. Añade un poco de agua para que el limpiador se emulsifique y se vuelva de color blanco, similar a la leche. Por último, enjuágate.
Paso 2: Agua
Un limpiador con base de agua es el siguiente paso. Puede ser en gel, crema o hasta espuma, con tal de que su base sea H2O. Te recomendamos probar Honey Matcha Cleansing Drops de Rookie Day by Day Cleansing Gel de SIORIS, Creamy Bubble Foam Cleanser de URANG, Low pH Centella Cleansing Powder de COSRX.
Los pasos son iguales que el jabón anterior: lo aplicas en movimientos circulares, haces que espume y lo enjuagas.
Meikki Tip: antes de utilizar tu limpiador facial con base de aceite, te recomendamos quitar el maquillaje. De esta manera, el limpiador se encargará de quitar todo aquello que no hayas alcanzado a quitar, dejándote completamente fresca y limpia.
Para mejores resultados, evita secar tu cara con una toalla. Además de que posiblemente irritar tu piel, puede estar repleta de bacterias (¡lo cual elimina completamente el punto de haberla lavado en primer lugar!). En lugar de esto, trata de secarla con pequeños golpecitos con las puntas de tus dedos. De esta manera absorberás el agua de manera natural y no lastimarás tu piel con las microfibras.
Ahora lo único que tienes que hacer es hacer estos pasos en la mañana y en la noche, ¡y listo! Piel limpia, lisa y nutrida.
¿Qué sigue de aquí? Aplicar inmediatamente tu tónico (descubre cómo puede mejorar tu piel a través del 7-skin method).
El double cleanse es un paso que puedes hacer en menos de dos minutos una vez que dominas la rutina. Y es el que, a la larga, evita todos los problemas de piel, ya que se encarga de mantener tu rostro limpio y libre de todo tipo de impurezas. Sin duda alguna, libra a tu cara de acné, poros tapados, suciedad, puntos negros y hasta resequedad.
Es el paso mágico que hace del cuidado coreano algo que mejora a todos los tipos de piel. Por eso es el paso número 1 en cualquier rutina de belleza coreana. Así que si no estás convencida de probar toda una rutina coreana de belleza de diez pasos, empieza por este paso y notarás la diferencia.
Después de todo, un rostro limpio es un rostro sano, brillante y feliz.