Ella es Tamara. Actriz, cantante, apasionada de la escritura, el estudio, el jazz y los musicales. Es mexicana y empezó a actuar desde que estaba en la escuela. Es alegre, platicadora, le encanta convivir con la gente, estar aprendiendo cosas nuevas y en el inter reírse todo el tiempo.
Considera el teatro como su casa. Sí del mundo de la televisión hablamos, recientemente hizo su primer protagónico interpretando a “Gabriela Cisneros” en Tijuana, una serie de Netflix al lado de Damian Alcazar.
Y a partir de hoy podrás verla en la serie El Candidato que se transmite por Amazon Prime.
No es muy fan de la carne roja pero sí de las verduras. Le encanta el arroz de la paella, sólo el arroz, la tortilla española (poco cocida) y ¡TODO con limón! Su postre favorito es el chocolate amargo y si es con sal, puntos extra.
Disfruta mucho bailar, observar a la gente, escribir canciones y tomar té: English Breakfast o Djarjeeling. Y por si fuera poco toca el ukulele, el piano y la guitarra.
Aquí nos cuenta cómo fue que cambió la medicina por la actuación, porqué empezó a cuidar su piel, el limpiador que no suelta por nada del mundo y cómo fue lidiar con el síndrome de Ramsay Hunt.
Sobre su vida profesional
Soy una persona… Estaría raro no ser una persona jajaja. Soy una persona a la que le gusta mucho reírse como te podrás dar cuenta. Me gusta mucho observar a la gente, convivir, amo los animales, me gusta mucho la vida, me gusta mucho vivir, creo que por eso soy actriz.
El ejemplo más perfecto de cómo ser definido por una profesión, es el actor. Platicaba hace poco con una amiga que estaba en depresión absoluta por la cuarentena, me decía: “no le veo sentido a mi vida sino estoy actuando”.
Yo le dije que sí, nosotros los actores vivimos de nuestra pasión. Afortunadamente yo sí encuentro muchas otras gasolinas, claro que extraño actuar pero tengo otras opciones en las cuales amo invertir mi tiempo.
Me gusta mucho estudiar, soy una ñoña por excelencia, todo el tiempo estoy en mil clases de todo. Me gusta muchísimo cantar, justo ahorita terminé mi clase de canto jajaja, es algo que me hace muy feliz y me da todo el miedo del mundo.
Si ahorita estuviéramos frente a frente y me dijeras: “Ay, a ver cántame algo”, bye, me pongo roja, no sé qué hacer, me río mucho jajajajaja. Es una combinación muy chistosa de tanto miedo y tanta felicidad que me da.
Hice un trato conmigo misma, cada que me invite alguien a cantar en vivo, yo siempre voy a decir que sí, por más que quiera salir corriendo. Me gusta mucho cantar jazz y canciones de musicales, son de una felicidad impresionante.
Wicked me gusta un montón y es muy significativo para mí porque fue mi primer personaje protagónico.
Ahí estaba yo pintada de verde, me acuerdo mucho que el sombrero se me cayó y traía una mancha blanca en la frente de la marca del sombrero jajaja. Esto fue cuando tenía 14 años, estaba aún en la escuela, no estaba en OCESA jajajaja.
Tomé clases de canto cuando tenía 15 años, me acuerdo que le insistí a mi papá: “¡quiero tomar clases de canto!”. Hay una chica de una generación arriba de la mía, Taleen Dersdepanian, ella era la estrella del teatro musical, estaba muy cañona, ahorita es una fotógrafa que te mueres.
Taleen tomaba clases con un maestro de canto, y yo quería ser Taleen jajajaja. Ese maestro con el que ella tomaba clases vivía en España, y cuando me enteré que venía a México dije: “¡yo quiero tomar clases con él!”.
Me costó un trabajo convencer a mi papá, porque me decía: “Pero tú ya cantas, ¿por qué tienes que tomar clases de canto?” Tomé 8 clases de canto con este maestro antes de que regresara a España, y el canijo me puso en su concierto de gala con sus estudiantes de mil años.
Casi me muero, estaba aferrada, temblaba, no, no, no, no, fue horrible. Esa vez canté El Fantasma de la Ópera y I Dreamed a Dream de Los Misérables. Te mueres jajaja pero bueno, todo salió bien, gallee una vez del nervio.
El plot twist increíble es que mi papá empezó a tomar clases de canto hace un mes, con mi maestra de ahora. Y es el más feliz, todo el tiempo está haciendo sus ejercicios de vocalización, pero toda una vida tuvo que pasar para que entendiera que sí es importante tomar clases de canto.
Yo quise ser todo menos actriz, jamás se me había ocurrido. En la escuela ya estaba esto de que me gustaba estar en la compañía de teatro musical, pero yo decía esto lo voy a hacer aparte. Yo quería estudiar medicina, ingeniería química, matemáticas, nada que ver con la actuación.
Y luego resulta que en las vacaciones antes de entrar al último año de prepa, la en ese entonces novia de mi hermano escucha en el radio que van a hacer las audiciones de una obra musical que se va a ir a Nueva York.
Fui atrás de Mundo E a hacer mi audición y después tuvimos una prueba de 2 semanas, de 9am a 10pm haciendo ejercicios, estudiando, cantando, actuando, mil cosas, hasta que por fin dijeron quién iba a estar en la compañía.
Me quedé, empezamos a ensayar y los ensayos eran maratónicos. Estuvo súper fuerte porque ingresando al último año de escuela tuvimos una junta en donde el director dijo: “Ya van a empezar clases y no van a poder estar ensayando a las 8:00 am, vamos a empezar a las 3:00 pm los ensayos.
Yo levanto la mano y pregunto: perdón, yo estudio en Desierto de los Leones, no me da tiempo de llegar acá a las 3:00 pm, salgo a las 2:10 pm de la escuela y me contesta: “Pues no vas a poder venir a Nueva York”.
Entonces me cambié de escuela. El jueves por la tarde hablé con el director de mi escuela y me dijo: “Por la artisteada muchas personas se han ido de la escuela”. Yo sólo le había pedido salir a la mitad de la última clase y no me dejaron.
Fui a la escuela en donde se hacía la obra de teatro, atras de Mundo E y me dicen: ”No te preocupes, te inscribimos hoy. Esto fue un viernes y el lunes empecé clases ahí, ya te imaginarás…
Todos los días a las 6:00 am sal a Satélite porque sino no llegas, además, estaban construyendo el segundo piso. Yo hacía horas de regreso, no tenía vida, pero era muy feliz en la compañía de teatro.
Y encima no pude estar en el área 2 que era la que yo quería, ni la 1. Me dijeron: “No vas a tener tiempo por estar en la compañía de teatro, nos ha pasado muchas veces”.
Terminé en el área 4 (la de humanidades), que odiaba jajaja.Al final le agarré todo el cariño y amor del mundo, pero al inicio tenía una resistencia, decía: ¡qué es esto!
En diciembre de ese año dije: creo que sí me gusta mucho esto de actuar. O sea, me salí de mi escuela de toda la vida para irme a otra escuela. Me gusta y lo voy a intentar, mis papás dijeron: “Está loca, pero si eso la hace feliz…ok”
Siempre me apoyaron, mi papá fue a verme a Nueva York, llevó a mis hermanos. Mi mamá se echó todas las funciones que dimos aquí en México. La obra se llama Anjou: Un Cuento de Horror, es un musical rock-pop.
En Nueva York nos presentamos en un teatro en los circuitos de off-Broadway, que es un festival de musicales que se lleva a cabo en gran parte en teatros de off-Broadway y algunos de Broadway.
Ese festival sirve para encontrar el siguiente musical que se jalan a Broadway, nosotros fuimos los invitados internacionales. Estuvimos preparando la obra todo ese verano, agosto, septiembre, y en octubre nos fuimos a Nueva York. Antes de irnos para allá, estrenamos en el Teatro de la Ciudad.
Lo interesante de esto es que cuando uno estrena una obra de teatro (ahora lo sé) jajajaja, ya no ensayas. La obra se vuelve de los actores, hay directores que van a todas las funciones, te van a dar notas, pero nada más.
A menos de que hagas una reposición tienes que volver a ensayar. Aquí nosotros ya habíamos estrenado, ya nos habíamos ido a Nueva York, ya habíamos vuelto, no sabíamos cuando íbamos a dar otra función y seguíamos ensayando todos los días.
Nunca supe porqué jajaja, pero gracias a esa disciplina militar yo me di cuenta que me gustaba mucho actuar, ahí estaba todo el tiempo. No sabes todo lo que dejé.
Me acuerdo que iba a hacer mis audiciones a Nueva York en enero, porque quería estudiar fuera, y no me dejaron faltar un día a ensayar, está muy cañón. Y por supuesto, tampoco pude hacer mi viaje de generación en semana santa con mi escuela de toda la vida, ni con la nueva, no me dejaron ir por los ensayos.
Luego dimos una función muy chula en el Castillo de Chapultepec. Nos invitaron a Corea y a China, pero yo para ese entonces ya estaba harta jajaja, la convivencia ya era horrible. Me salí porque quería ir a mi graduación, y ya no fui a Corea ni a China jajaja.
Me gradué y dije: ¿y ahora qué? No había aplicado a ninguna universidad, ya iban a empezar los propedéuticos de medicina, pensaba, si quiero estudiar medicina me voy a graduar a los 46 años jajajaja.
En ese momento aún tenía el gusanito de querer estudiar medicina. Me acuerdo que mi papá me llevó a una campaña que hace para los niños de labio y paladar hendido y va a comunidades en donde operan gratis a 60 y tantos en 3 días.
Ahí me tuvo en quirófano, y yo amé eso, pero no había manera que yo gastara un año por no haberme inscrito. Yo ya estaba sufriendo, y me acordé, que cuando estuve en Inglaterra (estudié un año de prepa allá), le pregunté a mi maestra de teatro: ¿tú crees que yo quizás, tal vez, en una de esas, podría ser actriz?
Me contestó: “Sí Tamara, ¿qué más te gustaría hacer?” Y yo, pues todo esto… jajajaja.
Y me dice: “Bueno, pues mira, podrías estudiar actuación un año, si te gusta sigues y si no, tienes muchas opciones”.
Y eso fue lo que hice, dije voy a estudiar un año (no tenía idea de dónde), ese fue otro problema. México tiene de las mejores escuelas de actuación del mundo, pero yo en ese entonces no tenía ni idea, era inocente jajaja.
Resultó que la hija del mejor amigo de toda la vida de mi abuelo es actriz, directora y dramaturga. Me pusieron en contacto con ella y me dijo: “Yo doy clases aquí y acá”. Y fui a CasAzul, cuando llegué me acuerdo que dije: ¡de aquí soy!
Me meto a estudiar un año en CasAzul para preparar mis monólogos e irme fuera, y al final me enamoré y me quedé. Ya sólo me fui a hacer la maestría cuando acabé.
Primero tomas un propedéutico, tienes dos semanas de prueba para ver si entras o no a CasAzul. Yo salía todos los días de las clases llorando de felicidad y plenitud jajaja, decía: estoy es hermoso, es lo más humano que hay, y al final me quedé.
Es muy chistoso porque a la fecha sé que me encanta estudiar y me encantan muchas cosas. Podría decir que me voy a poner a estudiar otra cosa, pero siempre vuelve a haber un proyecto, un texto, un personaje y cada vez me gusta más.
Estudié 3 años en CasAzul, luego trabajé 1 año y después me fui a Inglaterra a hacer una maestría que duró 1 año y luego volví. Cuando salí de CasAzul (y como nunca me estoy quieta), empezó una maestría de dirección en la ENAP y necesitaban actores, entonces fui.
Yo estaba haciendo ejercicios con ellos, y lo bueno de algunas escuelas de actuación es que los maestros están en activo, son muchas veces directores y puede ser que te llamen a trabajar con ellos, y fue lo que pasó.
Un director me invitó a trabajar con él y así sucesivamente. Fui muy afortunada, la primera obra que hice se llama Ricardo III, era con los actores más cañones, con el director que fue mi maestro y me encanta lo que hace, era un sueño.
De ahí otro de los directores más cañones de México, me invitó a suplir a una chava en España porque se iban de gira con una obra que yo amaba: La Velocidad al Zoom del Horizonte.
Ese año estuve muy protegida, contrariamente a cuando regresé de Inglaterra, nadie sabía que había regresado, sales del mapa y ya nadie te toma en cuenta.
Ese año la que me convenció de irme y cumplir mi sueño de estudiar actuación en Inglaterra fue una gran amiga. Me acuerdo que le decía: yo ya tengo trabajo, no me puedo ir y parar todo esto.
Ella en ese momento no tenía trabajo, y después empezó a tener y a experimentar el mismo miedo que yo tenía de irme y dejar todo. Irme ha sido de las mejores decisiones de mi vida, aunque cuando regresé tuve miedo y no sabía qué hacer.
Ese año no lo cambio por nada. Fue increíble por muchas cosas, por la mezcla de gente que conocí y con la que trabajé. Hay algo muy bonito de actuar, pasa en la vida, pero en la actuación es evidente.
Somos espejos del otro y viceversa, los compañeros de clase que tuve fueron lo más perfecto y fue lo que más me hizo crecer y aprender. Con los maestros igual, tuve un maestro que 6 meses después se ganó todos los premios con una película, se llama Lady Macbeth, es un peliculón.
Es un genio, y es muy chistoso porque lo que trabajamos con él era una comedia, nada que ver. Pero tal cual, estuve con muchos muy grandes, todo fue demasiado maravilloso.
En Inglaterra son mucho más claros en cuanto a técnica, pude aumentar mucho mi caja de herramientas. México es muy de emociones, me hizo mucho bien ir allá, porque luego aquí uno puede pecar de que actuar es solamente sentir.
En Inglaterra es pensar, es mucho de qué está pasando en tu cabeza para entonces sentir.
Porque pensaste algo empezaste a sentir algo, porque te moviste de cierta forma (suena súper frívolo, pero no), los maestros con los que estuve, son fieles creyentes de que el cuerpo piensa.
El cuerpo se mueve, y porque el cuerpo se movió empiezan a pasar todas las cosas. A ti se te puede olvidar lo que vas a decir, fíjate en la gente, cuando no saben qué decir, de todas formas algo movieron.
Y cuando se mueven de tal forma, ¡pum!, aparece la palabra o la emoción. También por eso cuando no queremos sentir nos ponemos todos duros. Allá pude profundizar más mi conocimiento de técnica vocal.
Trabajas con muchísimos directores, es algo súper intenso, cada 5 semanas estás haciendo un montaje diferente con un nuevo director, eso te da un callo, una práctica, una escucha hacia un director distinto y un trabajo de equipo diferente.
Actuar en inglés es muy chido, se siente muy diferente. Allá eran muy fans de que hablo español, me pedían que tradujera muchos ejercicios para poder ver cómo la palabra, el aire y el idioma mueven diferente, esos experimentos estuvieron súper chidos.
Cuando acabé la maestría por supuesto que me quise quedar allá, de hecho pienso regresar en algún momento jajaja, no lo tomen a mal AMO México.
Pero el tema de la visa es un rollo mortal, y me acuerdo que mi papá me fue a visitar y me dijo: “Puedes ser mesera, o baby sitter, hay opciones.”
Le dije que no, amo más contar historias, amo más mi trabajo que un lugar, y si para hacer mi trabajo tengo que estar en México, pues me voy a México, ya luego veré cómo regresar.
Se me hizo más importante seguir mi trabajo, ¡que sí me gusta mucho jajaja!
Regreso de Inglaterra, y tenía que pagar un dineral jajajaja. Me conseguí un agente porque no tenía idea de cómo funcionaba ese rollo.
Y me salieron chambitas, tuve 2 o 3 llamados de televisión. Pero de ahí un productor me llamó para castear un personaje de una película y así fue como hice mi primer película Plan V con Natasha Dupeyron, todo esto en el rollo fílmico.
Cuando regresé, me traje a dos maestros de Inglaterra junto con una amiga, los traje a dar clases en México, volví a hacer Ricardo III y La Velocidad del Sur del Horizonte, que fue la que hice en España.
Entonces un director vio esas obras y me invitó a hacer una película con él. Empecé a hacer cortos de chavos que están estudiando cine, y con amigos. Luego vino La Bandida, una serie novela, fue la primera serie en la que tenía un personaje más importante, que jugaba muchos más capítulos, no sólo un capítulo y ya.
El personaje se llamaba Esperanza, me acuerdo mucho que cuando me hablaron para decirme que me había quedado yo estaba de viaje en Rusia. Me marcan por teléfono y estuvo muy chistoso.
Me dijeron: “Hola, ¿Tamara?, y yo: sí, esta llamada les va a salir carísima, y me respondieron: “a ok, te quedaste con Esperanza”, y me cuelgan jajajaja. Yo ni sabía quién era Esperanza, ni de qué me estaban hablando jajajajaja.
Después de eso vino Tijuana, mi primer y hasta ahora único protagónico en tele. Es una serie de Netflix, estoy con Damian Alcazar, él es el otro protagonista, ya te imaginarás la lloradera jajaja, eso fue una locura.
Cuando te mandan castings, muy pocas veces te dicen para dónde es el proyecto, muchas veces es súper confidencial. Me mandan la audición para Tijuana, fui y luego ya no supe nada, porque nunca sabes nada de si sí o si no.
De repente pasa un mes y resulta que tengo call back, me dijeron que se grababa en tales fechas. Yo iba a estar en La Obra que Sale Mal y en otro proyecto, tenía mi súper plan de volver a hacer teatro.
En ese momento me marca un amigo por pura coincidencia y le platiqué mi dilema. Cuando me preguntó para qué proyecto era, le dije que Tijuana, y me dijo: “¡No manches!, no puede ser, ¿sí sabes para dónde va?, ¡va para Netflix, Damian Alcazar el protagonista! ¡Dejas tu teatro, dejas lo que tengas que dejar y haces Tijuana!”
Entonces fui a hacer el call back, que fue el más largo y exhaustivo de mi vida. Estaba el director, el productor, el de la idea original, etc… En ese momento yo me quería morir, lloré, grité, canté, todo lo di ahí, como durante 1 hora y cacho.
Salí de ahí y me fui a dormir a mi casa, estaba muerta. Y como un mes después resulta que me quedé y fui muy feliz. En ese entonces estaba por estrenar una obra por la que dejé una película. El rollo de los tiempos en esta carrera es un desastre total.
Me acuerdo que llegué con el director y le dije, fíjate que me ofrecieron esto (Tijuana) y no sé qué hacer, porque me podrían dar sólo estos 4 días para dar función y ya. Él me dice: “¡Cómo crees que no sabes qué hacer Tamara, lo tomas!
Ese director es un tipazo. Logramos organizar todos los horarios, de funciones antes de empezar a filmar, pude dar funciones, esperar a que regresara una compañera que estaba en Suiza y me pudiera reemplazar.
Hacer teatro es como mi casa, pero el rollo de cuando estás filmando es diferente, me conmueve mucho el trabajo en equipo. Es muy bonito porque tú estás ahí y ves una locación, y de repente empiezas a ver cómo suben tal cosa para poner la luz, llega el de arte o utilería y cambia tal cosa, todo el mundo suma y es muy bello eso.
En teatro es muy distinto, ensayas, son los actores y el director. Cuando llegas al teatro a veces ni tienes contacto con los técnicos, a mi me gusta acercarme y saludarlos, pero a veces ni están.
Cuando estás en cine y en tele eso sí pasa, el ritmo es muy distinto, en tele es mucho más rápido todo, son más escenas.
El primer día que grabamos Tijuana lloré jajajaja, trabajar con Damian Alcazar es maravilloso, es de los que no te suelta, está ahí siempre, no hay forma de que se rompa la ficción porque te sostiene, te escucha, te jala.
Es un compañero muy amoroso y generoso, de mucha escucha cuando trabajas, pero cuando es el corte también. Es un tipazo, es lindo con todo el mundo, es de esas personas que dices, yo quiero ser como él cuando sea grande.
Además lleno de vida, disfrutas mucho estar cerca de él, es una gran persona y un gran actor, todos los días era aprender de él.
Sólo tengo un sueño frustrado, aprender música y tener mi banda de jazz. Pero ya estamos trabajando en ello jajaja, ahorita en la cuarentena estoy tomando clases en línea de canto y de teoría musical.
De instrumentos voy y vengo, tengo que profundizar entre la guitarra, el piano y el ukulele, siempre quiero más jajaja.
Sobre su rutina de belleza
Quién fue la primer persona que te influenció a cuidar tu piel
Yo creo que mi papá, él es cirujano plástico reconstructivo. Tengo síndrome de ovario poliquístico, tengo granos por siempre jamás, y soy de las peores por que sí me los exprimía jajaja.
Un día mi papá me dijo: “Oye, pero si vas a ser actriz, ¿no se supone que tienes que vivir de tu cara?. Fue muy fuerte, eso me lo dijo como a los 19 años.
Me acuerdo que cuando mi papá me dijo eso me cayó el 20. Hay muchísimos colores en cuanto a la cara en actuación. Hace un año y cachito me dio una cosa muy rara que se llama síndrome de Ramsay Hunts.
Entre las mil cosas que genera, (lo causa la varicela zoster en el oído), te causa parálisis facial. En enero de este año fui con mi doctor para que viera cómo iba mi cara.
Me preguntó que cómo me sentía, yo le dije que bien, pero que cuando hacía un casting le dije que me sentía muy mal porque sé que si muevo la boca, mi ojo se cierra, sé que no tengo la sonrisa completamente bien.
Y mi doctor me dijo: “Cuando actúas, lo que importa es lo que pasa aquí”, me tocó el cerebro y el corazón. Lo amé. Y eso platicaba con unos directores, gracias a dios la gente se está dando cuenta que ser actor va más allá de cómo te ves.
Cuando pude tener la cara sin granitos, tampoco es que yo fuera un garibaldi jajajaja, sí tienes mucha más confianza. Porque cuando estás hablando con alguien, juras que lo único que están viendo en eso, y ni al caso, tu solita te estás boicoteando.
Tu primer recuerdo relacionado con el cuidado de la piel
Cuando era chiquita tenía alrededor de la nariz una irritación, como una dermatitis roja y me tenía que poner Retin A, porque sino me iba creciendo la rojez.
Creo que ese es el primer recuerdo de mi primera crema. Luego pienso en la vez que mi tía me regaló una crema deliciosa para las manos y era impresionante, creo que sigo teniendo esa crema jajajaja.
Qué oso jajaja porque fue hace millones de años, ya no me la he puesto pero la guardo de recuerdo jajajaja ya la voy a tirar, aquí la tengo, es de Mary Kay.
Originalmente eran 4 productos: el exfoliante, la crema de día y una crema mucho más espesa de noche, qué maravilla que aún tengo esto jajaja pero juro que en este momento los voy a tirar jajajaja.
Cuando tu piel no está al 100% qué haces
Creo que vivo desde hace milenios con el mismo jabón, el Cleanance de Avène, a eso no le varío. Tengo la piel mixta, y si empiezo a tener muchos granos, tengo que ser muy cuidadosa, para secar el grano y no el resto de la piel.
Si es un problema que ya he tenido checo lo que me estaba poniendo y vuelvo a usarlo. Si es algo completamente exótico voy con la dermatóloga, porque si me da miedo ponerme algo que empeore, ya he pasado por ahí.
Amo las mascarillas, TODAS. Mis favoritas son las que se ponen duras y luego te quitas, pero no uso esas muy seguido, de hecho no uso mascarillas muy seguido.
Pero cuando empiezo a tener problemas de piel trato de usar de las que humectan, mis favoritas son las sheet masks de Tony Moly, son buenísimas, ¡las amo!
El Tea Tree Oil es algo a lo que recurro bastante cuando quiero deshacerme de un grano, el que uso es el de Body Shop.
El producto que siempre compras cuando se te acaba
Mi crema de Eucerin para el cuerpo, y el bloqueador de Avène, el mineral fluido. Cuando tengo granitos lo uso con color. Muchas veces la dermatóloga insistía en mandarme Anthelios, y me chocaba porque me sentía toda aceitosa.
Sólo puedes usar un producto de skincare por el resto de tu vida, ¿cuál y por qué?
Creo que sería el bloqueador, porque me gusta mucho el video que dice “Wear Sunscreen”.
Paso favorito de la rutina de skincare
Lavarme la cara y ponerme agua termal.
Un producto que jamás creíste comprar y al final lo hiciste
Un contorno de ojos, Toleriane Eye Cream de La Roche Posay, es buenísimo. En una obra me estaban maquillando con un maquillaje blanco súper pesado y además con gel nos teníamos que pegar unas cositas como de papel aluminio blanco, era un gran maquillaje jajaja.
El pelo era peor porque me peinaron como Jhonny Bravo, una cosa que te mueres jajaja. Y los ojos se me estaban cayendo, literal. Y gracias a esta crema ya no, fue muy chistoso porque sentí que me estaba comprando cremas para las arrugas de los ojos.
Y ahora que me la pongo me da ganas de decirle a la dermatóloga que me mande otra para la cara jajajaja.
¿Cuál es tu ingrediente o activo favorito?
Uff, ¡la Vitamina C!
Me acuerdo muchísimo de una amiga que cuando ibas a su casa te decía: “Qué quieres tomar, quieres agua, una coca, café, Redoxon?, y era como, ¿por qué ofrece Redoxon jajajajaja?
Esa mujer era la mayor consumidora de Vitamina C que yo conozco, no tienes una idea de lo hermosa que era su piel. Me acuerdo mucho que cuando nos dimos cuenta de eso un amigo y yo, empezamos a comprar y a usar productos con Vitamina C, ¡y es divino!
Ahorita sólo tengo Redoxon jajajaja.
¿Pero sabes qué producto me hizo muy feliz? Un día conocí a un tipo en una entrevista, y luego me lo encontré en una convención de puros doctores y me dijo: “Tamara, ¡prueba esto!, y me dio un producto de Skinceuticals que tenía Vitamina C.
¡La amé! Pero veo el precio y digo, ojalá me lo vuelva a encontrar para que me regale otro jajajaja.
Primer producto de skincare y de maquillaje del que te enamoraste
Yo creo que fue el jabón de Avène el Cleanance, después del Retin A que me tenía que poner cuando era chica jajaja.
Y de maquillaje, los Lip Smackers, había uno que olía a sandía y te pintaba tantito los labios, ¡ese!
Tu secreto mejor guardado de skincare mejor guardado
Jajaja soy la más sencilla, de maquillaje sería que uso mi bloqueador con color de base y sólo me corrijo imperfecciones.
Otro sería algo que descubrí mientras filmaba Tijuana, con un pincel muy muy delgadito, te delineas con sombra una línea muy pegada a las pestañas.
Y por último, esto lo aprendí en una película alemana, es algo muy delicioso.
Para desmaquillarte usas las toallas de microfibra, las pones en agua caliente y les puedes agregar un aroma que te guste y con eso te quitas el maquillaje y te consientes un ratito.
Era muy impresionante, a este maquillista lo contrataron específicamente para la que es La Actriz de televisión de Alemania, ella se llama Veronica Ferres, y el maquillista se llama Ulrich Ritter.
Rutina de skincare de noche
Si tengo maquillaje me desmaquillo con la toallita de microfibra o con agua micelar, uso la de Avène. De crema estaba usando Azelac de Sesderma y el contorno de ojos de Toleriane de La Roche Posay.
Productos que siempre traes en tu bolsa
Si tengo que llevar algo, llevo un corrector True Match que es como un pincelito. Uso un rimmel que me hace muy feliz de una marca italiana que se llama Kiko, los labiales y las sombras son preciosos, Kiko es increíble.
Ahorita estoy siendo muy feliz porque encontré un labial MAC que en realidad ya está descontinuado, eso es muy triste, se llama Clouds in My Coffee, una prima mía lo encontró en Privalia o algo así y me lo regaló.
También traigo el pincelito y la sombra negra para delinear súper cerca a las pestañas. Amo las sombras de Urban Decay, la NAKED y los productos de Benefit me hacen muy feliz.
Me gustan mucho sus bases, con esas me identifico bastante.
Qué consejo le darías a alguien que empieza a cuidar su piel
¡Ve al dermatólogo jajajaja!
Tu cachete puede ser un tipo de piel y el resto otro, mínimo para saber cuál es tu tipo de piel, antes que nada.
Sobre su rutina de pelo
Justo acabo de empezar con eso. Fue una búsqueda eterna, que no tenga silicón, que no tenga sulfatos y que no tenga no sé qué. Y entonces los shampoos y acondicionadores de Maui son lo máximo.
Lo que hago es no siempre usar shampoo, a veces sólo lavarme con acondicionador, para no maltratar tanto el pelo.
Sobre su rutina corporal
Amo la crema de Eucerin, también me exfolio con café y miel.
Perfumes favoritos
Amo, amo, amo el Karité de The Body Shop, como para ponerme sin sentir que estoy gastando una millonada, y sino Miss Dior Chérie.
Sobre su rutina de alimentación y ejercicio
Híjole jajaja, ahorita con la cuarentena en Instagram hay una chica que se llama Coco Constans, ella es mi vida jajajaja.
Como de todo, como muy poca carne roja y me gustan mucho las verduras, son lo máximo. Me gusta mucho el chocolate, el amargo y cuando es con sal, ¡me encanta! Se me hizo agua la boca.
Pero lo que más me gusta es el limón jajajaja, limón con sal, todo con limón es lo máximo, no de postre, aunque sí me lo puedo comer de postre. ¡Es delicioso!
Mis tres comidas favoritas son: todo con limón, la tortilla española súper poco cocida, el arroz de la paella, los pepinos con limón y sal y agua de coco y coco muy suavecito con limón y sal yummy, ¡Todo con limón y sal!